Dr. Josué Calderón Gamba

Fractura de pelvis

La pelvis está conformada por dos Huesos Pélvicos o dos Hemipelvis(Dos Hueso Innominado), cada una formada por tres huesos diferentes: Ilion, el hueso más grande ubicado en la parte superior; Pubis, el hueso de la pelvis situado en la parte anterior, y el Isquion, hueso inferior de la pelvis situado en la parte posterior. Cada Hemipelvis está unida a nivel anterior por la Sínfisis del Púbis, y en la parte posterior al Sacro por la Articulación Sacroilíaca. En el caso de las personas más jóvenes, las fracturas graves que comprometen la totalidad de la pelvis se producen principalmente por accidentes automovilísticos a gran velocidad o una caída de gran altura. Las personas mayores con Osteoporosis son muy propensas a este tipo de lesión.

Síntomas:

La fractura en la pelvis causa muchísimo dolor en la ingle y en general en la cintura, sin importar la posición en la que se encuentra el paciente. Son de una complejidad alta ya que pueden provocar hemorragias rápidamente mortales y causar lesiones en otros órganos internos pélvicos como la Vejiga, el Recto. Es frecuente la aparición de hematomas en la piel alrededor de la cintura y si otras estructuras fueron lastimadas puede aparecer sangre en la orina, incontinencia y sangrado por el recto o la vagina.

 

Manejo:

Dependiendo del tipo de fractura que se presenta se recomienda el tratamiento a seguir:

Fracturas estables o en áreas sin compromiso de la estabilidad del anillo pélvico, con paciente sin compromiso inminente de su vida: No se hace intervención quirúrgica, se prescriben analgésicos y se recomienda caminar con la ayuda de elementos de soporte, buscando mantener la actividad muscular durante el tiempo que la fractura consolidará, tiempo en el cual el dolor disminuirá de manera progresiva.

Fracturas inestables, paciente con evidencia de compromiso inminente de su vida: Se procede a instalar un Fijador Externo con el fin de inmovilizar la pelvis hasta que la las condiciones del paciente sean óptimas y se pueda realizar la cirugía para reducir o alinear los fragmentos óseos y ser fijados con implantes tipo placas y tornillos.

Después de la cirugía, el paciente debe comenzar a caminar lo antes posible par acelerar el proceso de sanción y rehabilitación de la marcha.

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