Dr. Josué Calderón Gamba

Ruptura de Ligamento Cruzado Anterior

El ligamento cruzado anterior es bastante conocido en el mundo deportivo por las lesiones que se presentan en atletas como los futbolistas. Este ligamento se encuentra en la parte media de la rodilla y conecta el fémur con la tibia y evita que ésta se desplace hacia afuera, frente al fémur, participando en casi todas las posiciones de estabilidad de la rodilla.

El desgarro o ruptura de este ligamento se produce por múltiples razones como caer en un solo pie, saltar, frenar de repente mientras se corre, cambiar de dirección súbitamente o en algunos casos, un golpe en la rodilla con el pie apoyado en el suelo. Cuando esto pasa, el ligamento se desgarra o rompe produciendo lo que llamamos un “Fenómeno de cajón anterior”, porque la tibia se desplaza hacia adelante.

Síntomas:

Cuando se rompe el ligamento cruzado anterior se puede escuchar un chasquido o tener la sensación de chasquido en la rodilla. Inmediatamente después que sucede aparece un dolor intenso y la imposibilidad de permanecer en pie o continuar la actividad que se estaba realizando. La rodilla se tiende a inflamar rápidamente y la amplitud de movimiento se limita. Es importante no apoyar la pierna hasta que no sea evaluado por un médico especialista.

Manejo:

Existen dos tipos de manejos de esta lesión, la primera para los deportistas, en la que se opta por operar de manera temprana para iniciar un proceso de rehabilitación lo antes posible. La segunda, para pacientes no deportistas, con los que se prefiere realizar un “enfriamiento de la rodilla”, es decir, que ya no presente inflamación ni derrames.

En ambos casos se utiliza la artroscopia, en la que sustituimos el ligamento cruzado anterior lesionado por un tendón, de preferencia autoinjerto. El principal objetivo de esta cirugía es devolverle la estabilidad a la rodilla para volver a las actividades que se realizaban antes y sobretodo evitar una degeneración temprana de la articulación u Osteoartritis precoz.

También existe la opción no quirúrgica, con una excelente rehabilitación y fortalecimiento de los músculos se puede lograr llevar una vida cómoda. Esta opción es apta para las personas que no practican ningún deporte de manera regular, tienen un estilo de vida más bien sedentario, o que presenten enfermedades de base que pongan en riesgo su vida con una cirugía. Cada opción depende del médico, el pronóstico, la historia clínica y los deseos del paciente, si sienten mucha inestabilidad en su vida diaria y al realizar actividades cotidianas, probablemente lo mejor sea una artroscopia.

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