¿Mi prótesis está fallando?: Cuándo hacer una cirugía de revisión es necesario

Tanto la rodilla y la cadera son articulaciones complejas, encargadas de sostener el peso de nuestro cuerpo, soportar la presión de nuestras actividades diarias y permitir movernos con facilidad. Las utilizamos todos los días por lo que son más propensas a lesiones y desgastos, que con el tiempo van limitando la calidad de vida de muchas personas debido a diferentes patologías como la Osteoartritis.

Esta enfermedad degenerativa avanza a un ritmo diferente en cada paciente, pero produciendo el mismo resultado: Desgaste completo del cartílago articular. Para estos casos y algunas otras patologías y lesiones, la mejor opción es realizar un Reemplazo total de la articulación, ya sea rodilla o cadera.

En esta cirugía se cambian algunos componentes de la articulación para mejorar la movilidad y la calidad de la misma. En el caso de la Cadera, la cabeza femoral es reemplazada por una prótesis metálica que cuenta con un vástago que se introduce dentro del fémur para conseguir su estabilidad, y el acétabulo es frisado de manera milimétrica para introducir el cotilo, que permitirá el movimiento de la nueva cabeza femoral de la articulación.

En el caso de la rodilla tenemos tres componentes prostéticos: Femoral (Insertado en el extremo inferior del fémur), espaciador (Amortiguador que ocupa el lugar de los meniscos) y tibial (Insertado en el extremo superior de la tibía). Es importante resaltar que no toda la articulación es reemplazada, solo se cambian aquellas estructuras que han sufrido desgastes o daños después de haber agotado todas las opciones de tratamiento conservadoras.

¿Mi prótesis puede fallar? Los Reemplazos totales de articulaciones son cirugías mayores que pueden conllevar a ciertos riesgos, uno de ellos es la necesidad de realizar una cirugía de revisión para retirar y reemplazar la prótesis insertada en un inicio.

Existen tres causas principales para que esto suceda: 

• Desgate de materiales (Aflojamiento aséptico): Cuando la prótesis no se fija correctamente ya sea porque no hay un crecimiento óseo alrededor del implante o porque el manto de cemento ha fallado.

• Infección periprótesica (Aflojamiento séptico): Es una de las fallas más complejas de manejar. Durante la cirugía pueden introducirse bacterias y hongos que infectan la articulación donde está implantada la prótesis. Son casos muy extraños ya que se toman todas las medidas de asepsia pero como cualquier cirugía, implica un riesgo.

• Fractura periprótesica: Esta fractura se da cerca o alrededor de uno de los componentes de la prótesis, son asociadas a traumas.

El tratamiento adecuado depende del tipo de falla, el estado de la articulación y el paciente, por lo que no existe una única forma de proceder, y solo lo puede establecer el médico tratante. Cuando la prótesis falla, es muy importante consultar con un especialista lo más rápido posible, ya que la incidencia negativa de un manejo retrasado sobre el hueso y la articulación puede disminuir las posibilidades de una mejor calidad de vida.